martes, octubre 25, 2005

Pirómano que hay en

incendió
la-me
lancolía. Entera
ardía en
casa. Entonces

Dédalo
nos tomó
como
vaso de agua
Fluíamos por
él
sin poder
decir ni
a.

Vértigo,
desfallecimiento
en la glotis

Marsopas
y focas
nos aplaudían
en la cara.
Ocas
nos
manoteaban

Caíamos,
ahogábamos

(Fragmento de mi inédito Para desenlatar una poética del retorno)