Conceptos a desarrollarse en lo sucesivo.
Cabe preguntarse por el temor, por el resto de lo innominado y, en el límite, por lo puro. Como si el residuo de lo exterior confluyera, en un punto, con lo bello de la pureza. Residuo y belleza como dos monedas de una misma cara, o dos caras de mil monedas: monstruosas y, a un tiempo, angelicales.
Cabe preguntarse por el temor, por el resto de lo innominado y, en el límite, por lo puro. Como si el residuo de lo exterior confluyera, en un punto, con lo bello de la pureza. Residuo y belleza como dos monedas de una misma cara, o dos caras de mil monedas: monstruosas y, a un tiempo, angelicales.

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