miércoles, septiembre 28, 2005

Calesita de vida: gira, gira y los volados miran. Pero dentro de mis adentros, el eclipse es total (y no se ve).
.
Voy a construir una poética del retorno. Ya empecé.

martes, septiembre 27, 2005

Con mis dedos revuelvo la tierra fresca que corre como un torrente entre mis sucias cavilaciones. La búsqueda no busca, desencuentra.

lunes, septiembre 26, 2005

Esta tarde el jacarandá se vuelve diáfana claridad en su cascada mientras el tiempo de un destierro se hace cuerpo en mi luz: “seamos libres, lo demás no importa nada”.
El amor hoy vuelve a presentarse en la forma de una palabra soplada que se dice rápido y bajito, pero que el viento no se lleva.

domingo, septiembre 25, 2005

Cierto viejo olor que vuelve me destierra como lugarteniente, una mixtura de zándalo y sangre me despiden desde su interioridad hacia el borde de la experiencia. Me confina lejos, aún dentro de mi propio templo. ¿Cómo seguir diciendo que es mi templo si me han robado el templo y la templanza, todo de un tirón? Elevada entre jazmines, ella es la que hoy retorna y se dispone a mandar, dejándome a mí en el límite de sus dominios. Al mí le ha sacado todo lo mío.

miércoles, septiembre 21, 2005

El Tiempo es mi tiempo en tu tiempo. Un bello Tiempo que nos ampara en el regazo más tierno de una perpetuación que comienza. Con la imprudencia de la furia nos acomete otro tiempo, un tiempo jacobino.
"El drama se sufre; la tragedia, en cambio, se merece, como todo lo grande". Roland Barthes, Cultura y Tragedia

martes, septiembre 20, 2005

Drama. Me levanto, me acuesto. Me levanto, me acuesto. Me levanto, me acuesto. Muero. Muero. Muero. Muero. Me levanto y me encuentro muerto. Me acuesto y me encuentro muerto. Muero mientras ella corre descalza, salpicándome. Estoy manchado, la tragedia mancha.

viernes, septiembre 16, 2005

Que seamos tres, cuatro. Dos hombres, dos mujeres. Mejor: una mujer, dos hombres. Pero no cualquier mujer, esa mujer y dos hombres. Élla. Tampoco podría ser cualquier hombre. El cuento no se escribe en un arranque de fiebre alborotada, tampoco consiste en cumplir fantasías. Lejanos de cualquier fantasía, lejanos del último hombre y de sus reproches, nos limitaremos a rozar la tersura de la seda con el goce de la mano para, luego, alejarnos sin decir.

sábado, septiembre 10, 2005

La desesperación se apoderó de ella, entregándome toda su vida en un decir que no acababa. Empecé a hablar con otra voz, una voz suave y silenciosa que la cuidaba. Me apasioné más que nunca por guardarla en mí para preservarla en su infancia, porque nuestras voces fueran marchándose de a poco y que, de pronto, nos encontráramos mudos. Voluntad de alcanzar, para siempre, un tipo de afonía que desgarre el cordón que nos une al mundo.

domingo, septiembre 04, 2005

Mi cuerpo es devorado mientras avanzo, a tientas, a través de las calles de la noche. La calma que anidaba entre las sombras ha huido. Camino solo por primera vez en décadas, y con los pasos advierto que los he descuidado demasiado. A ella y a su hermano, el silencio. Extraño el refugio que la serenidad me guardaba en su cuenco oscuro, ocultándome con abrazos renovados. Hoy soy un extraño y la hondura de sus cavidades me son hostiles. El tiempo pasa y desespero.