jueves, abril 06, 2006

De la mano y con dos valijas. Nos veo desde atrás, caminando. Cada uno, en una mano, una valija. En la otra, tu (mi) mano. Yo, tú (¿él?)... en medio de una valija y una mano, en un perpetuo contoneo que está obligado a nunca estabilizarse. Ambos sabemos que nos abatiría cargar, solos, con el peso del equipaje. Por eso nos tomamos de la mano. Y casi como aceptando que el destierro fuera un incesante desbalanceo que no acaba, nos miramos y decimos a viva voz, histéricos: no acabes. No puede hacerlo, pero se lo recordamos. En todo caso, muere. Y decimos: ¡Muerte! Ahora, ¿hay algo detrás de nosotros? ¿Hay algo que nos está mirando? ¿Hay algo que nos escucha? Y si no: ¿por qué hablamos y miramos para atrás?

(¿Por qué algo y no más bien la nada?)